¿Por qué he tenido una relación toxica? ¿Por qué me gustan los “malotes”? ¿O por qué no supero un duelo de pareja? La Psicología tiene una explicación y se llama refuerzo intermitente.
El refuerzo intermitente es un tipo de reforzamiento en el que solo se refuerza la conducta de una persona en algunas ocasiones. Ejemplo de ello es cuando una persona te elogia a veces sí y otras veces no, o te da intensas dosis de atención y cariño seguidas de dosis de indiferencia o reproches. Este patrón de refuerzo de la conducta ha sido calificado como altamente adictivo, pues al desconocer cuándo se administrará el refuerzo, la conducta se refuerza mucho más. De hecho, es el mecanismo que utilizan las máquinas tragaperras o las apuestas para generar adicción en sus jugadores, puesto que la persona sabe que, si repite la conducta, en algún momento conseguirá su ansiado refuerzo (económico).
En las relaciones, esto explicaría porqué las parejas o personas que no siempre nos dan atención, es decir, que a veces se muestran cariñosos, interesados, atentos y otras veces nos ignoran, o hacen como si nada, incluso ejercen violencia sobre nosotras, enganchan mucho más que relaciones y personas más estables. En el caso de los duelos de pareja o relaciones, muchos se interrumpen porque una de las dos personas mantiene el contacto con la otra de forma intermitente, impidiendo así superar la ruptura.
¿Cómo puedo actuar en estos casos?
El primer paso es detectarlo y hablarlo con tu pareja de forma asertiva. En caso de que se tenga que romper la relación, es esencial buscar apoyo y un espacio lejos de la otra persona, apóyate en tus seres queridos, expresa lo que sientes y haz actividades con personas que te hagan sentir bienestar. Lo mejor para romper con este tipo de vínculo es no tener contacto con la otra persona, es decir, establecer un contacto cero, donde empezarás a construir una vida lejos de esa persona y poco a poco conseguirás volver a sentirte bien.