Todas las personas podemos sentirnos tristes, desmotivadas o irritables de vez en cuando, pero algunas personas experimentan estas emociones casi a diario.
Estos sentimientos pueden durar años e interfieren negativamente en la vida personal, familiar y social de la persona.
No se conocen con exactitud las causas de la distimia, pero se sabe que su origen puede ser al menos de tres tipos:
– De tipo bioquímico: por alteraciones en determinados neurotransmisores relacionados con el humor o estado de ánimo, como la serotonina.
– De tipo hereditario: la depresión suele ser más frecuente en personas con historia familiar de depresión.
– De tipo psicosocial: determinados eventos vitales estresantes, como problemas económicos, familiares, etc., pueden contribuir al desarrollo y a la cronicidad de la distimia.
Otros factores relacionados con la distimia pueden ser algunas características de personalidad, como el neuroticismo, la tendencia a la autocrítica, a la negatividad o a la incapacidad para adaptarse a las exigencias de la vida.
Según un estudio de ESEMeD, en España la distimia es un trastorno mental muy frecuente, afectando a casi un 1,5% de la población.
Aunque los síntomas de la distimia no son tan graves como los del trastorno depresivo mayor, la persona afectada debería recibir ayuda profesional con el objetivo de poner fin a los síntomas, mejorar su estado de ánimo, su salud, su calidad de vida y sobre todo prevenir el desarrollo de una depresión.
Desde Centro Albea, realizamos una intervención que abarca diferentes objetivos. En primer lugar, evaluamos los recursos personales, familiares y sociales de los que dispone la persona, así como sus dificultades y principales problemas de vida. En segundo lugar, ayudamos al paciente a entender su enfermedad y aceptar la responsabilidad de implicarse activamente en su recuperación. En tercer lugar, le enseñamos estrategias para que pueda de forma progresiva cambiar su forma de percibir y entender la realidad y que de esta manera llegue a alcanzar un mayor grado de satisfacción con su vida y una mejor gestión de las emociones desagradables.